LA FISICA DE SANTA HILDEGARDA
En el Prólogo del Liber Vitae Meritorum, Libro de los Méritos de la Vida, Hildegarda menciona entre sus obras anteriores una que trata de “las cualidades de las diversas naturalezas de las cosas creadas” (subtilitates diversarum naturarum creaturarum).
En la "Vida de Hildegarda" (escrita entre 1180 y 1190, máximo diez años despues de su muerte en 1179), en su Libro segundo, escrita por su secretario Theoderich von Echternach y que contiene algunos pasajes autobiograficos de Hildegarda, el autor afirma hablando de sus obras:
"Además reveló algunas cosas acerca de la naturaleza de los hombres, de los elementos y de las diversas criaturas y cómo el hombre debía socorrerse con ellas" (et quaedam de natura hominis et elementorum, diversarumque creaturarum, et quomodo homini ex his succurrendum sit)
Aunque han llegado hasta nosotros obras tituladas Subtilitates diuersarum naturarum creaturarum, también han llegado referencias de dos obras distintas, de las que existen copias fiables y reseñas datadas a unos cuarenta años de su muerte.
Hacia 1225 Gebeno de Eberbach mencionaba entre las obras de Hildegarda los dos libros médicos que ahora conocemos: el “Libro de la medicina simple” y el “Libro de la medicina compleja” (liber Simplicis medicinae y liber Compositae medicinae. Asimismo, el protocolo de canonizacion de Hildegarda (1233) menciona ambos.
Además, algunos manuscritos del “Libro de la medicina simple” (Liber simplicis medicinae) copiados en el siglo XIII (Wolfenbüttel) y en el XV (Paris y Bruselas) contienen capitulos del “Libro de la medicina compleja” (Liber compositae medicinae). A la inversa, el manuscrito de Copenhague de este último libro contiene partes del otro. El manuscrito de Berlin (siglo XIII), que solo contiene fragmentos de la medicina compleja, cita ambas obras.
Parece pues que entre 1151 y 1158 Santa Hildegarda dictó el contenido de ambas obras médicas como Liber subtilitatum diversarum naturarum creaturarum (Libro de observaciones sobre las propiedades naturales de las cosas creadas), pero, como mucho 40 años después de su muerte y según referencias concretas de gente que conoció a Hildegarda, esta obra unitaria se dividió en dos textos: Liber simplicis medicinae, “Libro de Medicina Sencilla” (también conocido como Physica) y Liber compositae medicinae, “Libro de Medicina Compleja” también conocido como Causae et Curae (Causas y Remedios).
Ambas obras tuvieron amplia difusión en la Edad Media, tanto en el ámbito universitario como en el facultativo: Hay referencias concretas de que se usaban en la escuela de medicina de Montpellier y en la universidad del Heidelberg, y también se conservan catálogos de obras médicas y textos facultativos de los siglos XIV y XV con partes de estos libros.
El Liber simplicis medicinae o Physica se compone de nueve secciones o libros que tratan de las plantas, de los elementos, de los árboles, de las piedras, de los peces, de los pájaros, de los animales terrestres, de los reptiles y de los metales.
El Liber compositae medicinae o Causae et Curae tiene cinco secciones. En la primera en que habla de la creación. La segunda está dedicada al hombre. En las otras tres secciones se centra más en los aspectos médicos, diferentes tipos de enfermedades y sus curaciones.
El único manuscrito conservado de esta segunda obra, es del siglo trece, y fue encontrado en Copenhague, en I859, por Jessen. Fue publicado en latín por la Ed. Paul Kaiser. (Leipzig: Teubner, 1903), con el titulo Hildegardis, Causae et curae.
EDICIONES
El Liber simplicis medicinae (Libro de Medicina Sencilla) también conocido como Physica se publicó por primera vez en Estrasburgo, 1533, por Joannis Schott, con el título: Physica S. Hildegardis Elementorum, Fluminum aliquot Germaniae, Metallorum, Leguminum, Fructuum, et Herbarum: Arborum, y Arbustorum: Piscium denique, Volatilium, y Animantium terrae naturas et operationes IV Libris mirabili experientia posteritati tradens. Esta primera edición se conoce con el nombre de Physica S Hildegardis. Aunque los manuscritos llevan el título de Liber Subtilitates diversarum naturarum creaturarum, sólo contienen parte de la obra total.
La Patrología Latina (que suele citarse con la sigla PL) de Migne (París, 1855) publicó la Physica en su volumen 197, columnas 1117 a 1352, dentro de las obras de Santa Hildegarda, Sanctae Hildegardis Abbatissae Opera Omnia, bajo el título de Subtilitates diversarum naturarum creaturarum. La edición de Migne, base de todas las traducciones a los idiomas modernos, fue realizada, editada, anotada y corregida por el médico Charles Daremberg a partir del manuscrito de la Bibliothèque Nationale de París.
A la vista del desorden de los índices de esta edición, y de la repetición de algunos capítulos, cabe pensar que copias sucesivas fueron añadiendo, modificando o cambiando el nombre de los elementos, para reflejar el nombre local de ciertos animales o plantas, y estas anomalías suscitaron dudas sobre la autenticidad del texto.
Sin embargo, ha podido establecerse que el manuscrito de París es sensiblemente igual al más manuscrito más antiguo y por tanto, salvo errores de copia, el cuerpo de la obra es el que dictó Santa Hildegarda.
En esta edición Daremberg insertó o puso al final de cada capítulo, las variaciones de la edición de 1533 respecto al manuscrito de Paris. Muchas de estas variaciones son fragmentos, a veces literales, del libro 3º del Causae et curae, lo que refuerza la idea de la unidad inicial de la obra. No obstante, todavía no existe una edición crítica que aclare estas discrepancias, que sin embargo no restan un ápice de su interes y valor científico.
LÍNEAS GENERALES DE LA OBRA
El Liber simplicis medicinae comprende nueve libros: 1. Las Plantas; 2. Los Elementos; 3. Los Árboles; 4. Las Piedras; 5. Los Peces; 6. Los Pájaros; 7. Los Animales; 8. Los Reptiles; 9. Los Metales.
La mayoría de estos libros van precedidos de un prólogo independiente al que siguen cierto número de capitulos que varia entre 8, como en los Metales y los 230 de las Plantas.
Cada capítulo se refiere a un sólo elemento (planta, animal o cosa), y dentro de él el orden es siempre el mismo. El elemento se define por su naturaleza según los dos vectores frío-caliente y seco-húmedo. A continuación se explica su utilidad, virtudes y peligros, y concluye con su forma de empleo y de prepararlo.
La Physica no es un libro medico, pues no relaciona enfermedades ni sistematiza remedios, sino una exposición de las propiedades y la utilidad de las criaturas más corrientes.
Según Hildegarda sirven para curar casi todas las cosas más corrientes de la Naturaleza: plantas, partes de animales, humos, olores, piedras, incluso la música (compuso más de 70 piezas musicales que recomendaba también para curar el espíritu). Existen analogías – pero no identidades que permitan pensar que haya existido copia- entre el uso que Hildegarda asigna a muchas plantas con el de las medicinas tradicionales de la India (el Ayurveda) y China.
Hildegarda insistía en una dieta correcta y hábitos de vida sanos, alejados de extremismos. Hildegarda es perfectamente coherente con la doctrina católica al afirmar que la felicidad y armonía originales del género humano quedaron destruidas por el pecado original, que transformó, oscureció y cambió las cualidades del cuerpo y el alma humanos. Las enfermedades surgieron de la subsiguiente degradación de la Naturaleza. El origen de los males está en el demonio y en la separación de Dios, fuente de todo bien. Para Hildegarda, la curación depende de la vuelta a la salud integral, a la unión con Dios, pues solo de Él sale la la vida completa, la salvación y la salud.
La medicina actual se ocupa de los efectos corporales de la enfermedad, a partir de los cuales procura restaurar la salud. Sin embargo se ha demostrado que el factor espiritual, psicológico, juega un papel relevante en todas las enfermedades. Incluso áreas aparentemente lejos del espíritu, como la vulnerabilidad a los virus, está determinada muchas veces por la debilidad anímica, el estrés, la depresión, la falta de anclajes sólidos a los que agarrarse.
El creyente no está libre de enfermedades, pero tendrá menos tendencia a padecer algunas y su recuperación será probablemente más rápida. El dolor es menos traumático para alguien que goza de buena salud espiritual que para el que sufre sin ella. El creyente, al preguntarse ¿Qué quiere decirme Dios con esta enfermedad?, reflexiona sobre su vida y afronta con menos angustia la enfermedad porque sabe que Dios la quiere o la permite y que todo sucede para nuestro bien. Dice Hildegarda que a veces Dios no quiere la curación de un enfermo, porque la curación de su cuerpo podría perjudicar la salvación de su alma.
Esta obra, hasta ahora inédita en español, ha sido traducida del latín por Rafael Renedo Hijarrubia del tomo 197 de la Patrología Latina de Migne y publicada por Editorial Akrón en 2009. Hildegardiana agradece a Editorial Akrón (http://www.editorialakron.es/cms/index.php) su generosa autorización para publicar en esta web una parte sustancial de dicha obra, al tiempo que recuerda a todos los lectores que los derechos de autor de esta traducción están protegidos por la Ley..
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