<13> CUESTIÓN.
¿Acaso ha de creerse como verdad que Samuel resucitó al ser llamado por la invocación de la pitonisa (1 Sam 28,18-19)?
SOLUCIÓN.
Saúl, quien por sus pecados fue reprobado y destituido por Dios, deseaba conocer el resultado de la batalla futura a través de la pitonisa. De ahí que ordenó llamar de entre los muertos a Samuel ante sí, para que le dijese lo que deseaba. Pero esto de ningún modo podía hacerse, porque era imposible que el hombre santo y justo mintiese después de la muerte, cuando en realidad ningún alma fiel o infiel separada del cuerpo puede mentir. Y, en verdad, las almas de Samuel y Saúl no pueden estar en igual morada, porque Samuel fue un amigo fiel de Dios y Saúl vivió como un prevaricador rebelde a sus preceptos.
Además el diablo no puede engañar al hombre a través del alma de ningún hombre, sino que lo engaña por medio de la fantasía y la forma de otras criaturas. Y, en efecto, Saúl rechazó el reino en vida, porque se había apartado de Dios, así como Adán se convirtió también en hijo de muerte, privado de la gloria del paraíso por su prevaricación. Y, por tanto, Saúl no pudo obtener lo que inquiría ante Dios.